viernes, 15 de marzo de 2013

MARY


CAPITULO 1

—¡Bah¡ ¡Cómo me disgusta todo esto!

—¿De qué hablas, Pepe?

—Siempre me ha caído mal esto de los sepelios; ni siquiera al de mi madre asistí.

—Pero... Ya veo...

—En fin. El bueno de Felipe se lo merecía; era un buen compañero.

—De seguro se moriría de la risa al vernos aquí a todos reunidos.

—Ya lo creo; a él le molestaba esto de los entierros también.

—Como sea, se acabo. Será mejor irnos; todos quedamos para vernos en el bar del Toño. ¡Cómo le gustaba ese barcito!

—¿El barcito? ¿O las meseritas del barcito?

—¡Anda¡, que bien que se las compartían. Bueno, te espero afuera.

—Pues bien, amigo..., fuiste un muy buen camarada; y la verdad te vamos a exrañ... ¿¡que dice de este lado!? ¿¡Mary...!?

[size=150]AQUÍ YACE MARY
Noviembre 1967 - Enero 2003.

—¡Mary...! Ummm.

(lapsus)

CAPITULO 2

—Oye, ¿qu te pasa? Hip...

—¡Afuera, borracho de mierda!

—Traigo dinero... Hip... No pueden hacer esto; yo soy José Armenta, ¡su padre! ...hip...

—¡Pártele la madre a este pinche maricón!

—¡Quietos! Déjenlo en paz.

—¿Lo conoces, palomita?

—¡Si! Es mi amigo...

—¡Órale, pues! Pero llévatelo de una buena vez, si no quieres que le partan su madre.

— Ya, ya entendí. No hay bronca, ya nos vamos.

—¡Ya vas! Vamonos, es cliente de la amiga...

—¿Quién eres? ...hip..

—Tu ángel salvador. Mira cómo estas...

— Es que sí traigo dinero; pero esos hijos de puta me lo robaron...

—Sí, sí, lo que digas. Pero mira nada más cómo estás. ¡Cómo te han puesto esos salvajes!

—¿Tú quién eres?

—Eso que importa. Ven, te llevo a mi casa; cualquiera que te viera pensaría que eres un menesteroso.

—¡No quiero! Bueno, siempre sí.

—¿Aquí vives? ¿En un hotel?

—Cualquier lugar es bueno para vivir, ¿no crees? Tampoco vayas a ponerte exigente.

—¡Uumm! Que rico se siente el agua calentita

—Pero, no me has dicho tu nombre...

—Me gusta; ¡me gustas!

—Eres como la virgen que se apareció para redimir mis pecados.

—¿Qué cosas dices? ...Mejor no digas nada; ven, sumérgete en mi otra vez.

—¡Hoo! ¡Hoo! ¡Ufff! Nunca gocé tanto el amor como hoy.

—Yo no me divertía nunca tanto como contigo.

—Pero dime, ¿como te llamas?

—¿Sabes?, cuando hoy salí me dije que le daría lo único mío al primero que me divirtiera. Y tu no has dejado de hacerme reír.

—¿No vas a decirme tu nombre?

—Algún día, tal vez lo sepas.

—¿Volveremos a vernos?

—Quizás algún día. Hoy es enero, ya te diré cuando. Pero mejor olvídalo.

—Eres muy extraña.

—Goza la vida mientras la tengas, gózame mientras viva... Ja. Ja. Ja.

—No traigo dinero. ¿Cómo voy a pagarte?

—Yo tampoco; eso no importa. Me regalo a ti sin condiciones...


(fin del lapsus)
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CAPITULO 3


—Oye, ¿qué haces contemplando las criptas?

—¿Eh?, nada. ¿Qué paso, amigo? ¿Y los demás?

—Ya se fueron, Solo faltamos los dos. ¡Ora vamonos!

—Si, vamos. Que todo sea por el buen amigo . A propósito, ¿soy divertido?

—¿Divertido? ¡Qué cosas dices, Pepe!

—No. Nada... tonterías.

—¿Estas cortado?

—Sí, eso es. Solo cortado....(Mary)


[center]FIN[/center]