Primer acto:
Se ven, se llaman con la mirada, con el pensamiento. No se atreven sin embargo a entablar un mínimo dialogo que no sea ese, de los gestos y muchas miradas visuales.
Ella cultural, una moderna chica liberal. Fuma copiosamente, y bebe directamente de la botella, cualquier tequila. Artista de los llamados emergente, pinta y es modelo profesional.
Él, hombre que le gusta el dinero, la fama y buena vida, ser envidiado por lo que tiene. Ambos darían el alma al diablo con tal de tener esos excesos de la vida… el confort el lujo.
Segundo acto:
Basta solo una fracción para creer, que existe el amor. Que todo es buena onda y que poco importa lo otro… sin que nadie se entere que es lo otro. De esta forma tan simple y fácil acumulan cuatros años juntos… algunos dirán un buen matrimonio. Algunos los envidiaran
Tercer acto:
Mes con mes se reúnen, unas veces con los políticos, y en ocasiones con los artistas pobres. Mezcolanza de poetas malditos, pintores, músicos y locos soñadores que se cuelgan de cualquier arista para sobrevivir. Viviendo en profundos cimas de identidad, o simas de incredulidad.
Cuarto acto:
Ningún de los dos saben que ambos se engañan, ella con su maestro plástico, él con su eficaz secretaria y sin querer, son felices. En sus horas y sus días, reunidos en meses, hasta formar años.
Quinto acto y final:
Como reflexión queda; cuando uno de los dos, o los dos, se dieron cuenta del engaño, tuvieron dos salidas. Una romper su condición de pareja “estable” y la otra como que no hacer nada…
Desde entonces son aun más felices.
Fin abierto...
Mario a.
junio 7 2014
Se ven, se llaman con la mirada, con el pensamiento. No se atreven sin embargo a entablar un mínimo dialogo que no sea ese, de los gestos y muchas miradas visuales.
Ella cultural, una moderna chica liberal. Fuma copiosamente, y bebe directamente de la botella, cualquier tequila. Artista de los llamados emergente, pinta y es modelo profesional.
Él, hombre que le gusta el dinero, la fama y buena vida, ser envidiado por lo que tiene. Ambos darían el alma al diablo con tal de tener esos excesos de la vida… el confort el lujo.
Segundo acto:
Basta solo una fracción para creer, que existe el amor. Que todo es buena onda y que poco importa lo otro… sin que nadie se entere que es lo otro. De esta forma tan simple y fácil acumulan cuatros años juntos… algunos dirán un buen matrimonio. Algunos los envidiaran
Tercer acto:
Mes con mes se reúnen, unas veces con los políticos, y en ocasiones con los artistas pobres. Mezcolanza de poetas malditos, pintores, músicos y locos soñadores que se cuelgan de cualquier arista para sobrevivir. Viviendo en profundos cimas de identidad, o simas de incredulidad.
Cuarto acto:
Ningún de los dos saben que ambos se engañan, ella con su maestro plástico, él con su eficaz secretaria y sin querer, son felices. En sus horas y sus días, reunidos en meses, hasta formar años.
Quinto acto y final:
Como reflexión queda; cuando uno de los dos, o los dos, se dieron cuenta del engaño, tuvieron dos salidas. Una romper su condición de pareja “estable” y la otra como que no hacer nada…
Desde entonces son aun más felices.
Fin abierto...
Mario a.
junio 7 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario